Los problemas complejos siempre tienen una solución sencilla; y ésta siempre suele ser equivocada.
Algo de esto parece que comienza a pasar en la sanidad: el gasto farmacéutico iba a disminuir espectacularmente con los denominados «medicamentanzos», las listas de espera se van a solucionar rápidamente con un «plan de choque»…
Resulta desesperante ver como cada nuevo equipo ministerial de sanidad llega sin querer aprender de la experiencia y errores de los anteriores; llegan con «su» fórmula, hasta que comprueban que casi todo está inventado.
Mejorar la eficiencia del sistema sanitario público es complejo, porque complejo es el sistema; y pasa por medidas variadas y en diversos niveles: estructurales, de gestión, incompatibilidad público-privado, de organización y funcionamiento… Pero algo que va quedando claro, y más tras las últimas discusiones sobre listas de espera, es que tiene que aumentarse el presupuesto en sanidad.
Apuntar fórmulas como el copago en farmacia por los pensionistas, además de simple, va contra la equidad, deja ver el carácter neoliberal del gobierno y será contraproducente (aumentará a corto plazo el consumo).
Existen un amplio abanico de problemas y deficiencias, que aún no se han manifestado pero seguramente lo harán, vinculadas a una financiación excesivamente ajustada en los últimos años. No se está invirtiendo en mantenimiento y actualización del sistema, y esto se acabará notando.
La sanidad pública española es eficiente, pero mantener el sistema y responder al incremento de necesidades de los tiempos actuales, precisa que se incremente el presupuesto de sanidad.
Miguel González Hierro. El Adelanto 24 Junio de 2000