La suerte está echada. La Comisión Regional de Transplantes ha decidido que será en Valladolid dónde se realicen los transplantes de hígado y corazón de esta Comunidad. Nuevamente el tren del progreso ha pasado por nuestra provincia sin detenerse, porque progreso significa disponer de una unidad de transplantes con la tecnología y recursos humanos que requiere, que además supondría un decidido empujón para todo el hospital, y al ser referente regional, para toda la provincia.
Parece evidente que nuestro hospital estaba capacitado para ello y que ha sido una decisión política y premeditada la que nos ha privado de esta posibilidad. Es posible que hayan existido errores burocráticos de trámite, pero sobre todo ha fallado la promoción y defensa del proyecto, tarea que no sólo dependía de las estructuras hospitalarias, sino especialmente de la dirección del Insalud, de las instituciones provinciales más representativas y del partido político que manda aquí y allá.
La pérdida es importante, pero hay que mirar hacia adelante. Es ahora totalmente prioritario impulsar de un modo definitivo y urgente el Plan Director del Hospital, exigiendo un presupuesto realista para el mismo, que empiece a concretarse este mismo año. En segundo lugar es necesario discutir con la Junta, un Plan Regional de Atención Especializada, que contemple cual va a ser el papel de nuestro hospital en la Comunidad y cual la dotación que precisa para realizarlo.
Desde la ADSP entendemos que ésta si puede ser la última oportunidad de hacer del Hospital Universitario una entidad capaz de resolver la problemática que demanda la sociedad actual.
Aurelio Fuertes Martín.
Publicado en «El Adelanto», 4 Agosto 2001