Los ciudadanos de un país democrático deben tener derecho a decidir sobre cuestiones que consideren de gran trascendencia dentro de los pilares del Estado de Bienestar. En este caso como veníamos sospechando, el gobierno del PP por fin y aprovechando la crisis, se ha decidido a desmantelar el sistema nacional de salud, a pesar de no haber sido elegido para ello y de estar haciendo lo contrario de lo que prometió en su programa. En reiteradas ocasiones se pronunciaron rotundamente en contra de muchas de las medidas y recortes que están ejecutando.
Nos engañan con el argumento de que se han encontrado lo que no esperaban, pero la realidad es que su ideología y sus intereses junto al gran capital, los inversores y especuladores, es la de repartir el único gran baluarte público que le queda a este país, el sistema sanitario, y aprovechan la crisis para hacerlo. Si quedaba algo querido por todos, votantes o no del PP, era la Sanidad Pública.
Algunos pensamos que una gran proporción de las personas que configuran el PP no son demócratas aunque intenten aparentar lo contrario. Si lo fueran y teniendo en cuenta su cínico incumplimiento electoral y de tanta trascendencia, en cualquier país democrático seria suficiente motivo para convocar un referendum o nuevas elecciones para refrendar su nuevo programa. Si no lo hacen saben que estarán dando motivos para una huelga de grandes proporciones y uniendo en un mismo objetivo a grupos y sindicatos con intereses hasta ahora muy dispares.
El gobierno, vasallo y colaborador de los especuladores, está desmontando todo el sistema público con el falso argumento de un déficit público que los mismos especuladores han desencadenado. Déficit público mal entendido porque el agujero fundamental es déficit de la banca y economía privadas pero que vamos a pagar todos los trabajadores del sector público, al que van a adelgazar hasta su práctica desaparición, en beneficio del sector privado que fue quien originó la crisis, y si no al tiempo.
Maximiliano Diego. El Adelanto 5 Agosto 2012