El tiempo que todo lo transforma y a veces lo enriquece, ha hecho que un proyecto de reforma del Hospital del año 2000, el Plan Director, se haya convertido en un proyecto más ambicioso en su aspecto arquitectónico, en un proyecto de nuevo hospital, eso sí sobre las ruinas del ahora existente. Las obras por fin han comenzado.
El nuevo hospital será sin duda la obra más importante, desde el punto de vista social y de inversión económica, de la provincia de Salamanca, en el primer tercio de este siglo; por eso sorprende el escaso debate que su construcción ha despertado en las fuerzas sociales y en la propia ciudadanía. Si lo anterior fuera discutible, no lo es su importancia en el aspecto sanitario, y sin embargo tampoco el debate ha sido demasiado visible entre Administración Sanitaria y los propios profesionales.
Un nuevo hospital no es sólo un nuevo edificio y su diseño debería venir prefijado por lo que se quiere que sea su función. Para que tenga proyección de futuro no basta que su edificación esté basada en la construcción de módulos, fácilmente modificables, habría que intentar que su primera estructura fuese útil por un largo periodo. No es fácil, los cambios sociales y tecnológicos son profundos y rápidos y están condicionando los cambios sanitarios. Entre estos, dos son inapelables, la necesaria «apertura» del hospital, con una mayor labor ambulatoria y menos ingresos; y la necesidad de atender a pacientes cada vez más envejecidos y más complejos. Por eso hay que pensar un hospital donde tengan cabida las innovaciones más importantes de los últimos años, que no son sólo las grandes intervenciones como los trasplantes, ni el desarrollo de unidades superespecializadas de diagnóstico por imagen, de cuidados intensivos o cardiológicas; son también los Hospitales de Día, la Cirugía Mayor Ambulatoria o las Unidades de Pacientes Pluripatológicos. Ese es ahora el debate sanitario. Por ello, la necesaria participación de los profesionales en el diseño del nuevo Centro, es ya una urgencia.
Aurelio Fuertes.
Pubicado en «El Adelanto», 27 Junio 2009