La ley contra la violencia de género surge en España en el 2004, ante la necesidad de crear un marco jurídico y legal que amparase una situación muy grave para la mujer.
En todos los protocolos de actuación frente a la violencia de género el papel de los médicos está claramente definido y en todos cobra una gran importancia. Muchas veces será la consulta del médico la puerta de entrada para el diagnóstico precoz del maltrato.
Las mujeres que sufren maltrato suelen ser polifrecuentadoras en las consultas de Atención Primaria, Urgencias y Atención Hospitalaria. Los motivos de consulta son múltiples pero destacan las quejas por trastornos somáticos como cefalea, epigastralgia, mialgias generalizadas, así como problemas de índole psicológica como ansiedad, trastornos del sueño, depresión… A urgencias acuden generalmente por traumatismos como hematomas, fracturas, perforación timpánica… En nuestro país el 90% de las mujeres maltratadas ha pasado en alguna ocasión por una consulta médica.
Los médicos a veces no vemos los motivos de alarma, ni seguimos las pistas que nos dan las mujeres que se encuentran en esta grave situación. El médico en ocasiones tiene miedo de romper la intimidad de la mujer haciéndole preguntas respecto a su familia o pareja, otras veces es por desconocimiento, porque no ha sido capaz de ver las señales que nos dejaba esa mujer maltratada, otras es miedo a no saber qué hacer ni cómo enfrentarse a esa terrible situación. No sabemos cómo ayudar algunas veces.
Todos somos conscientes de cuán graves son las consecuencias del maltrato, tanto para la mujer como para sus hijos. Estemos, entonces, atentos como un podenco de caza, con las orejas en alto, el cuerpo tenso, la mirada atenta y cuando esa mujer venga a nuestra consulta no dejemos que se marche sin preguntarle al menos “¿cómo estás?, ¿ va todo bien en casa?”.
Gloria Alonso (Asociación para la defensa de la sanidad pública de Salamanca)
2016 abril 8