La generalización de los tratamientos combinados en los países occidentales ha puesto de manifiesto la existencia de dos mundos en la Infección por VIH/sida, un mundo desarrollado (al cual felizmente pertenecemos) que ha reducido la tasa de enfermedad y muerte en un 25 % en el último año, y un mundo no desarrollado, donde la situación es cada día más dramática. De los 30 millones de afectados que se calculan hay en el mundo, más de 20 están en Africa, con países como Zimbabue donde más del 25 % de la población está infectada. La situación es de tal gravedad que la ONU ha rebajado las previsiones de crecimiento en el mundo para el año 2050, en 500 millones de personas.
Pero aquí, en nuestro propio país, también pueden coexistir dos mundos. Para evitarlo es preciso que toda la población conozca cuales son las prácticas de riesgo que pueden llevarnos a la infección, poner los medios para evitar el contagio y mantener el acceso igualitario y gratuito al sistema sanitario. Todo ello frente a las proclamas de algunos fundamentalistas que siguen opinando que usar el preservativo es pecado y que la única salida a la drogadicción es el abandono radical de la misma. Propuestas como estas, felizmente en vías de superación, nos han llevado a ser el país de Europa con una mayor incidencia de casos sida.
Aurelio Fuertes El Adelanto 1 Diciembre 1998